El interior de su batería está revestido con una superficie antiadherente altamente resistente. Antes del primer uso, enjuague la batería con agua caliente, séquela y vierta la mitad de una cuchara de aceite de cocina. Extienda con delicadeza el aceite con un trapo limpio.
El revestimiento antiadherente resiste ante toda sustancia química conocida y su composición es tal que no se rompe ni se escama en condiciones normales de uso. Si la batería no se utiliza correctamente y las partículas del revestimiento se ingieren por accidente, ello no presenta ningún peligro. Estas partículas no son tóxicas y son totalmente inertes. Atravesarán el cuerpo sin que este las absorba.
Todos los utensilios de cocina expuestos a una temperatura excesiva liberan humo. No obstante, el humo procedente de los utensilios de cocina antiadherentes no supone un riesgo ni para los seres humanos ni para las mascotas, a excepción de los pájaros. Estos tienen un sistema respiratorio particularmente frágil y, por tanto, son sensibles al humo en general. Por ello, basta con que siga unas prácticas adecuadas a la hora de cocinar y nunca exponga los utensilios de cocina a temperaturas excesivamente altas.
Las dimensiones que se muestran en el embalaje son normalmente internas, pero en todos los casos se facilita un pequeño diagrama que muestra a qué corresponden; consulte este diagrama para tener un mejor conocimiento.
Es muy raro que el recubrimiento antiadherente se desgaste con un uso doméstico normal. Un uso y cuidado adecuados permitirán obtener mejor rendimiento a lo largo del tiempo. La mayor parte de los casos de desgaste de la antiadherencia se produce por sobrecalentamiento, arañazos o una limpieza abrasiva.